
¿Sabías que existe el síndrome por déficit de naturaleza?
Todos en algún momento de nuestra vida hemos experimentado la sensación de paz y plenitud cuando estamos cerca de la naturaleza.
Hacer una caminata, correr al aire libre, visitar una montaña, jugar en la playa, etc.
Lugares rodeados de naturaleza que nos hacen sentir el alma llena y el cuerpo restaurado, ¡nos hace sentir vivos!
Sin embargo, hoy en día con el crecimiento de la población y las ciudades a nivel mundial poco a poco disfrutamos menos de estos espacios naturales.
Cada vez crecen más las aglomeraciones de personas y vemos más edificios de gran altura para albergar a la creciente población y espacios que carecen de naturaleza.
Desgraciadamente muchas veces se le da mas importancia al número de personas que alberga un espacio y no a la calidad del espacio mismo.
Las condicionantes de la vida moderna nos están convirtiendo cada vez más en criaturas que viven encerradas entre 4 paredes.
Incluso tenemos cada vez menos interacción social y lo más cercano a eso es por medio de sus pantallas muchas horas al día.
Nos estamos perdiendo de los cambios sutiles que cada día la naturaleza nos regala.
Esos arcoíris que aparecen de repente e inexplicablemente nos hace sentir felices y hasta recordamos nuestra infancia cuando al mirarlos gritábamos exaltados “¡Mira, es un arcoíris!”.
La sensación de increíble paz que te transmite el mirar el cielo nocturno repleto de estrellas, que te hace recordar lo diminutos que somos en el universo.
O incluso la enorme sensación de libertad y relajación que sientes al visitar el mar.
Las generaciones actuales cada vez disfrutan menos de los beneficios de la naturaleza y muchas veces no se le da la importancia debida a la hora de diseñar los complejos habitacionales o los espacios urbanos.

¿De dónde aparece el término “Síndrome por déficit de naturaleza”?
En el año 2005, el escritor y periodista estadounidense Richard Louv publicó un libro llamado “Last Child in the Woods” (El último niño de los bosques).
Louv introdujo en el 2008 el término “síndrome por déficit de naturaleza”, en varias de sus investigaciones.
En ellas demuestra cómo la exposición directa a la naturaleza es esencial para el desarrollo del ser humano.
Sobretodo cuando hablamos de los niños, así mismo detalla las consecuencias negativas de éste:
- Obesidad
- Estrés y ansiedad
- Fatiga emocional
- Enfermedades respiratorias
- Dificultad de atención
- Enfermedades cardiovasculares
- Y la más importante y generalizada de ellas, la Depresión.
Los niños hoy en día tienen 4 grandes problemas:
- El incremento de la tasa de obesidad infantil.
- Incremento de las enfermedades respiratorias (por contaminación y por falta de ejercicio físico).
- Aumento de casos de niños con TDH (Trastorno de déficit de atención).
- Falta de vitamina D.
Si se miran los 4 problemas, todos ellos están vinculados con la falta de estar al aire libre.
Estamos demasiado tiempo en interiores y esto incide de manera negativa en nuestra salud.
Louv también detalla los efectos positivos del contacto cotidiano de la naturaleza que nos rodea:
- Desarrolla y potencia nuestros sentidos
- Facilidad para integrar aprendizajes
- Enriquecimiento de la creatividad
- Desarrollo general de habilidades psicológicas de los niños, a través del vínculo con todo lo natural.
- Mejora las habilidades cognitivas en los niños.
- Ayuda sobrellevar situaciones de estrés y depresión.
- Incentiva a los niños a cultivar sus habilidades sociales, los niños juegan más entre ellos.
El autor incluso va más allá y comenta la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner para explicar que la inteligencia natural debería ser la octava inteligencia.
Se refiere a la capacidad de identificar y clasificar los elementos de la naturaleza.

¿Qué es el déficit de naturaleza?
El síndrome de déficit de naturaleza es un concepto joven que ha empezado a estudiarse recientemente.
Hace referencia a los efectos de la falta de contacto con la naturaleza del ser humano, especialmente en los niños.
Ya que cada vez son menos los momentos en que los niños o los adultos pasan tiempo en un lugar rodeado de paisaje natural.
En los estudios realizados por Richard Louv muestra que en las últimas décadas se esta dando un cambio en la sociedad que afecta de manera global al desarrollo de las capacidades de los niños.
Los niños cada vez pasan menos tiempo en contacto con la naturaleza, con la vida fuera de casa.
Y mucho de esto tiene que ver con que la tecnología y el acelerado ritmo de vida actual se han apoderado de nuestras vidas.
La vida diaria está marcada por un acelerado ritmo de vida en el que los niños se acoplan a nuestras obligaciones y tiempos.
Las personas se desplazan en autos para todo sin respirar una pizca de aire fresco en todo el día.
A los niños se les lleva a la escuela/colegio, se les recoge en la tarde, se les lleva a casa donde probablemente jugará con la computadora, Tablet o algún videojuego, luego cenar y a la cama.
Esta conducta es algo que cada vez se normaliza más y más, sobretodo en ambientes urbanos donde para acceder a una zona verde necesitan recorrer grandes distancias.
Ya que en el diseño de muchas ciudades no se les dio la importancia debida a los espacios urbanos naturales dentro de la ciudad.
Estamos muy conectados a la tecnología moderna y a las cosas que observamos menos el mundo que nos rodea.
Irónicamente, es más probable que aprendamos sobre la vida silvestre por un programa de History Channel que de un paseo por la montaña.

¿Cuáles son los beneficios del contacto con la naturaleza?
Los humanos por naturaleza innata nos sentimos atraídos por la naturaleza.
Y necesitamos estar en contacto con el medio natural para alcanzar la salud tanto psicológica como física.
La lista de los beneficios que nos aportará el pasar más tiempo en la naturaleza es muy larga.
Estos beneficios harán que la próxima vez que visites el bosque, la playa, el campo, un río, un lago o una montaña, no quieras irte de ahí.
Entre algunos de sus beneficios podemos mencionar:
- Disminución de la presión arterial
- Estabilidad emocional, tus niveles de ansiedad, ira, depresión, obesidad, estrés postraumático o hiperactividad van a disminuir considerablemente.
- Mejora la capacidad de atención
- Va a mejorar tu calidad del sueño.
- Fortalece el sistema inmune
- Incrementa tu energía y vitalidad
- Mejora la actividad celular antitumoral
- Incrementa tu conciencia sensorial y de la percepción
- Tu capacidad cerebral y claridad del pensamiento serán mayores
- Mejora la autoestima, la empatía, la bondad y la compasión
- Potencia tu creatividad y la intuición

Aguaterapia:
Muchos expertos coinciden en que debemos potenciar nuestro contacto con la naturaleza como un hábito.
Debemos incorporarlo a nuestra rutina diaria o semanal para empezar a notar sus beneficios.
Una de las maneras más sencillas de incorporar la naturaleza día a día es aprovechar los beneficios de un elemento tan esencial como lo es el agua.
¿Cómo puedes aplicar el uso de este elemento?, te damos algunas sugerencias que puedes aplicar estés o no de vacaciones:
- Beberla:
En épocas calurosas de manera instintiva incrementamos la ingesta de agua.
Debemos asegurarnos de beber lo suficiente para ayudar a nuestro cuerpo a depurarse y eliminar toxinas naturalmente. - Bañarse en ella:
Si te da frío bañarte en el mar, puedes probar los beneficios de la talasoterapia en casa, preparando un baño tibio al que puedas añadir sales y algunas gotas de tu aceite esencial favorito. - Hacer ejercicio dentro del agua:
El ejercicio dentro del mar es perfecto, sobretodo para mujeres embarazadas, personas con sobrepeso, adultos mayores o quienes tengan problemas en las articulaciones.
Es una manera muy fácil y saludable de quemar calorías y aumentar la flexibilidad con poco impacto para tu cuerpo. - Observarla:
Una de las cosas más relajantes es contemplar el mar hasta donde alcanza la vista.
Las investigaciones señalan que vivir cerca de la costa tiene un impacto super positivo para la salud y la contemplación del mar es capaz de cambiar nuestras ondas cerebrales.
Además el color azul del mar tiene un efecto calmante en las personas. - Respirarla:
- El olor a mar nos gusta porque está cargado de iones negativos.
Según se explica en el Journal of Alternative Medicine, la terapia de iones.
Esto no es otra cosa que respirar el aire marino, ya que nos ayuda a tratar los síntomas de la depresión y la ansiedad, favorable para mejorar la función pulmonar.
Naturaleza en la ciudad y los espacios:
Si se da el caso de que la Aguaterapia no te convence, entonces hay otras propuestas que podemos aplicar para reencontrarnos con la naturaleza dentro de la ciudad:
- Un paseo por un jardín botánico que no conozcamos.
- Un partido de tenis al aire libre.
- Salir a remar a un lago o río cercano.
- Correr en un espacio abierto.
- Ir a un cine de verano o proyectar una película en la terraza de casa.
- Hacer una fiesta en el jardín, si lo tenemos o lo tiene algún amigo.
- Una siesta al aire libre, en el fresco
- Buscar un jardín o una zona campestre cercana y jugar a identificar las distintas flores de verano. Podemos dibujarlas en una libreta.
- Clases de Yoga al aire libre,
- Iniciar un pequeño jardín en casa, un proyecto de botánica o hidroponía, jardines verticales dentro de casa.

Como arquitectos tenemos la obligación moral y profesional de mejorar las necesidades de la sociedad mediante nuestros espacios.
Es sumamente importante que “naturalicemos” las ciudades, aumentando y haciendo más accesibles las áreas verdes.
Incorporar la naturaleza en los espacios en los que pasamos mucho tiempo al día, como en los edificios y oficinas se puede incluir la opción de los jardines verticales, por ejemplo.
Es algo vital para el ser humano el incluir a la naturaleza en su día a día, incentivar a las personas a tomarse el tiempo de visitar entornos naturales.
Llevar la naturaleza a los entornos urbanos, habitacionales, laborales y de interiores es vital para la salud social, el entorno y el ambiente en general.
La naturaleza definitivamente es el mejor antídoto antiestrés que tendremos contra una sociedad que cada vez está más y más marcada por un ritmo acelerado, cargado de estrés y preocupaciones.